Mayo

Es el mes de las flores, con aroma a cercanos dolores. De olores que recuerdan a ramos de brillantes colores, los cuales depositábamos, siempre yendo de a dos, a los pies de nuestra Madre. El mes durante el cual componíamos oraciones que recitábamos en voz alta en clase. Al volver luego a casa, las tardes eran más largas, y la noche tardaba siempre en llegar. El mes en que despertaban las ocultas pasiones de las que nos habíamos olvidado o que aún no conocíamos en nuestro interior. El mes en que todo acaba y una nueva vida empieza de verdad.

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