Como aldeanos luchando por su libertad a cambio de miseria, como andaluces perdiendo sus casas para poder proteger sus bosques, como moros peleando por sus antiguas huertas, como cristianos trepando por riscos escarpados para hincar su bandera.
Como muchachas vestidas de rojo, calzadas con espadañas, como niños sin miedo a mostrar sus miedos, como novios que caminan de la mano a cualquier edad.
Hoy me he dado cuenta de que saldremos de esta como siempre hemos salido, como un pueblo indestructible, como un país fuerte y unido, como la única nación capaz de destruirse a sí misma varias veces y que aún sigue de pie. Uniremos nuestra voz en un solo grito y aplastaremos al enemigo invisible.