El insomnio ayuda a escribir. En el espacio de dos noches sin poder dormir he sido más productivo que en los dos últimos años. Tenía ideas, pero no podía escribirlas. No por falta de tiempo —que no me sobra, pero que tampoco es del todo ausente—, ni por falta de capacidad, ya que cuando me pongo lo hago, sino más bien y sobre todo por falta de decisión. Y la decisión lo es todo, más allá de tiempo o capacidades, que vienen por añadidura después, cuando ya se ha hecho lo más difícil, que es dar el paso.
Insomnio
Publicado