Huele a Verano

Huele a hierba casi perpetuamente quemada, a jazmín de noche, y a tierra seca de día. Huele a sol y a luz, calentándonos el cuerpo al asomarnos a la ventana. Queda aún aroma a primavera gastada y no hay ya rastro de lluvia ni de invierno, lo que hará que nos confiemos, pero el invierno volverá sin duda, tras los breves meses estivales. Y de nuevo el invierno traerá muerte, pero ahora es tiempo de vivir, de empaparnos de sol, de agua y de sal, y de no pensar en el mal que inevitablemente llegará de nuevo.

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