Bicho raro

Nadie puede amar a los demás si no empieza por uno mismo. A mí me despreciaron desde siempre, por lo que me resulta difícil querer algo que no resulta amado por la sociedad en general. Solo cuento con el aprecio de la parte débil, de la que también se siente sola y abandonada por el mundo y que busca consuelo y algo que compartir con el exterior como yo.

Sin embargo, tengo mis momentos en los que causo admiración y sorprendo a quienes me subestiman. Cuando llega la inspiración soy capaz de sobreponerme a las dificultades, pero siempre tengo que empezar a convencer a la parte más difícil, que no es otra que yo mismo.

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